domingo, 30 de diciembre de 2007

[Pelis] Crítica de Soy leyenda


Ya hemos visto la nueva película protagonizada por Will Smith. Acompáñanos en nuestro análisis.





Soy leyenda nos cuenta la historia del científico Robert Neville, el último superviviente de Nueva York (y, quizás, del mundo) tras una pandemia que aniquilo a la raza humana.
No quiero destriparos todo el argumento, por eso me centraré en aquellos aspectos que no chafen las sorpresas de la cinta.
En primer lugar voy a hablar de Will Smith. Si con Independence Day se desmarcó del papel de payaso al que nos tenía acostumbrados con El prícipe de Bel-Air, con En busca de la felicidad y Soy leyenda ha dado un paso más allá y se ha convertido en un actor de verdad, de esos que te transmiten lo que piensan, lo que sienten, lo que sufren. Cuando llora entiendes su desesperación, y cuando cree estar volviéndose loco por la soledad comprendes exáctamente los confusos pensamientos que se le pasan por la cabeza al personaje de Neville.
Pero afortunadamente Robert no está sólo, su perra Sam es su única amiga y compañera. La perra merece una mención aparte, pues debido al adiestramiento a la que tuvo que ser sometida fuera de la pantalla y a su simpática cara, nos regala una de las mejores y más creibles interpretaciones animales vistas en mucho tiempo. Lejos de actuar de forma casi humana, algo muy recurrido en el mundo del cine, Sam representa la inocencia, la fidelidad y la fuerza típica de un animal de verdad. Los amantes de los animales en general, y de los perros en particular, gozarán y sufrirán con la participación de esta perra que nos proporciona muchos de los momentos más tensos, escalofriantes y tiernos de la cinta.
La historia está contada de una forma similar a Perdidos, es decir, nos encontramos desde el principio a un Robert Neville caminando sólo por las calles de Nueva York, mientras se nos va contando a modo de flashbacks la historia personal del científico.
Por otro lado, los efectos especial lucen espectacularmente bien y, aunque no son tan épicos ni grandilocuentes como los de Transformers, funcionan perfectamente y realizan su cometido: ponernos tensos, pasar miedo y hacer que la historia avance.
Soy leyenda es una película que mezcla acción y terror de una forma magistral, uniendo a la fórmula un transfondo moral que dota a la cinta de una profundidad que es de agradecer.
¿Lo único malo?, un final bastante soso, que puede empañar la sensación de haber disfrutado de una película genial desde el principio hasta casi el fin. Por eso hay que analizar la cinta varias horas después de haber terminado de verla, para borrar la sensación de decepción al haber visto el final y recordar los grandes momentos que abundan en la película.




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