jueves, 1 de noviembre de 2007

[Series] Crítica de Heroes, T2E3: "Kindred"



El capítulo número 3 de la segunda temporada de Heroes nos ha dejado un buen puñado de sorpresas. Pulsa sobre "Sigue leyendo" para ver qué nos ha parecido.





Francamente, me gusta el nuevo enfoque que se le está dando a la serie en estos primeros capítulos. La historia tiene muchos frentes abiertos y apunta maneras para convertirse en un nuevo arco argumental ambicioso y lleno de giros inesperados, aderezado por unos efectos especiales que están por delante de los que ya vimos en la primera temporada.
En primer lugar, tenemos a Peter. Como ya se vio en el anterior episodio, los gangsters le darían la caja que contiene todo lo que llevaba encima Peter cuando lo encontraron si les ayudaba a hacer un robo. Peter cumple su palabra y se hace complice del golpe, a la vez que desenmascara a un traidor dentro del grupo de ladrones. Cuando el traidor decide llevarse por la fuerza el botín, Peter utiliza los poderes psíquicos adquiridos de Sylar e intenta ahogarlo - al más puro estilo Darth Vader. Pero, en el último momento, la hermana del jefe le pide que no lo haga y le perdone la vida. Esto nos muestra que los remordimientos y la inquebrantable moralidad de Peter Petrelli han desaparecido por completo. Es más, ahora que ha elegido ser parte del grupo de ladrones, Peter rechaza abrir la caja por miedo a que no le guste lo que pueda ver en ella.
La reaparición de Nicky es una de las grandes sorpresas de "Kindred". La madre aparece con su hijo en un cementerio, velando la tumba de DL. ¿Habrá muerto realmente, o los guionistas se inventarán algo para sorprendernos? Sea como sea, el caso es que Micah se va a vivir a casa de la madre de DL - suponemos -, mientras que Nicky decide trabajar para la Compañía a cambio de que ésta le cure y le devuelva su "normalidad".
Pero, por supuesto, lo que más ha dado que hablar este episodio es el regreso de Sylar y de Candice. El malo de la primera temporada se está recuperando de la estocada de Hiro, aunque parece ser que ha perdido todos los poderes que había adquirido. A su lado está Candice, interpretada por otra actriz debido a la marcha de Missy Peregrim, quien ha cambiado de aspecto para pasar desapercibida a los ojos de la ley y de todos aquellos que la estén buscando. Finalmente, Sylar la mata para intentar adquirir - sin éxito - sus poderes, revelándonos a la vez la verdadera apariencia de la ilusionista.
En el resto de subtramas, debemos destacar que Takezo - tras descubrir que tiene poderes similares a los de Claire - ha aceptado su destino y va a convertir la leyenda en realidad. Además, Hiro está ocultando mensajes secretos en el mango de la espada para que Ando los lea más de trescientos años después. Algo poco creible, pero muy original.
Y, por último, West le ha confesado a Claire que él también tiene poderes. Tras un romántico vuelo a lo Superman, ambos se acaban fundiendo en un beso. Pero no todo es tan bonito como parece, pues en una de las obras póstumas de Isaac Mendez vemos como Noah, el padre de Claire, yace muerto sobre el suelo mientras su hija y una sombra oscura se besan. Teniendo en cuenta que Noah, en sus años de servicio para la Compañía, secuestró y experimentó con West... ¿acabará el nuevo novio de la animadora matando a su captor?
Como veis, muchas preguntas, alguna respuesta y una realización técnica envidiable. Ya era hora de que Heroes comenzará a convertirse en lo que muchos esperaban. Esperemos que no les tiemblen las piernas a los realizadores de la serie a la hora de la verdad y no nos regalen otra bonita decepción como fue el final de la primera temporada.

7