jueves, 1 de noviembre de 2007

[Series] Crítica de Prison Break, T3E5: "Interference"


Las maquinaciones de Scofield para salir de Sona ya han comenzado. Adentrate con nosotros en la quinta entrega de la tercera temporada pulsando sobre "Sigue leyendo".





Michael debe trazar un plan para escapar de Sona cuanto antes, el tiempo corre en su contra. Y más ahora que Whistler ha recibido una nota en la que se le exige que salga en una fecha concreta que al final del episodio resulta ser al día siguiente.
Repasemos los elementos, Sucre - en su papel de sepulturero - está echando un líquido que corroe las verjas. Además en este "Interference" descubrimos que un mafioso le pide que cuele cosas en la prisión a cambio de grandes compensaciones económicas. Como Sucre necesitaba dinero, consigue así matar dos pájaros de un tiro: ayudar a Michael y Lincoln y conseguir dinero para empezar su vida de nuevo. El problema está en que el mafioso parece que no se va a conformar con que Sucre le haga un par de favores, así que veremos a ver cómo sale de ésta.
Por otro lado, Michael ha robado unos prigmáticos para espiar los movimientos de los guardias. En un momento dado, un guardia confunde una parte de los prismáticos con la mirilla de un rifle y abre fuego contra el bueno de Michael. Tras esto, los guardias entran en la prisión y, tras descubrir que los prismáticos son de Scofield, cierran la celda desde la que vigilaba todo y en la que almacenaba sus cosas. Entre esas "cosas" está un microondas con el que intentaban anular la señal de la tele de uno de los guardias.
Por último está la vigilancia por el perímetro de la prisión. De noche patrullan jeeps que pueden surgir de la nada y pillar a nuestros protagonistas con las manos en la masa. La otra opción es escapar a la luz del día y a la vista de todos, una auténtica locura. Pero como esta serie va de eso... pues deciden hacerlo de día. Estoy deseando ver cómo les sale el tema, si es que consiguen escapar en el sexto episodio de la temporada, algo que veo más que improbable.
T-Bag sigue con sus negocios relacionados con la droga, suministrando heroina al desquiciado de Mahone. Además, un nuevo y misterioso preso ha hecho acto de aparición. Un hombre con un ridículo tupé que asegura conocer a Whistler y que no para de vigilar todos los movimientos de Michael.
Ya fuera de los muros de Sona, Lincoln y Sofia intentan llegar a la prisión por un camino alternativo para recoger a los fugados. En medio de ninguna parte, la policia les impide el paso y les amenaza para que no vuelvan más por allí. Así que, en palabras del propio Licoln, pasan al "plan B". Aunque desconozco de qué se trata, lo único que sé es que Burrows ha enterrado una nevera con algo dentro en una pequeña y recóndita playa. Supongo que se podrá llegar a Sona desde allí caminando. Algo digno de mención en esta escena es la miradita que Lincoln le echa a la novia de Whistler... cada día tengo más claro de que algo va a ocurrir entre ellos, pero todo se verá.
En resumen un capítulo que sigue en la linea de esta temporada que no termina de arrancar. Quiero ponerme de los nervios, darlo todo por perdido y alucinar con cómo ha sabido Michael salir de situaciones imposibles. Esa es la esencia de Prison Break y, en lo que llevamos de temporada, no han sabido transmitir esos elementos de la forma que - a mí, por lo menos - me gustaría.


7'5