Como ya vengo diciendo un par de semanas por aquí, malos tiempos para el comisario (ex-comisario) Castilla. El jefe sufrió un atentado y se llegó a temer por su vida (por lo menos yo).
Mala hora en la que convencieron a Gerardo para ir al hipódromo. De suerte que Pope estuviera por allí con la familia y pudiera salvarle la vida. La cosa fue así. Gerardo y Raquel van al hipódromo para que el ex-comisario se divierta un poco. Allí se encuentran con Pope y toda su familia, que van invitados por un amigo. Pasa un rato bastante espeso y al final, en una carrera, un francotirado dispara a Gerardo en el cuello.
Como era de esperar, culpan a Pope, diciendo que quería vengarse por el trauma de la operación contra Quiroga. Pope cuenta lo sucedido y como averiguó dónde estaba el francotirador. Por suerte, llegó a tiempo de dispararle, pero noconsiguió evitar el atentado, aunque sí consiguió desviar la bala.
Como remate, Gerardo sale de peligro, aunque la investigación promete algo gordo. Quizás algo relacionado con Quiroga. Y puede que suponga la vuelta de Gerardo, que digo yo que si no fuera a volver a ser comisario ya no saldría en la serie, ¿no? Ahí lo dejo, guionistas.